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¿Ha optado el entrenador por ‘arrimar el hombro’?

¿Alguien me puede explicar qué significa que los trabajadores de Sodivecu «no han arrimado el hombro» ante la situación de la empresa municipal? No quiero pensar que esa afirmación reiterada que hizo Juan Garrido en la rueda de prensa que acabo de ver signifique lo que dejó entrever. No quiero pensar que realmente se refiera con esa frase a que los trabajadores, antes de dar ruedas de prensa y manifestarse frente al Ayuntamiento por el impago de dos nóminas, debieron arrimar el hombro dejando sus puestos de trabajo voluntariamente y yéndose al desempleo, como consecuencia. Y no lo quiero pensar, porque no me cabe en la cabeza que alguien llegue a insinuar tal cosa. Pero lo peor de todo, es que no lo dejó entrever ni tampoco lo insinuó. Lo dijo con todas las palabras.

En los equipos de fútbol, ante malas situaciones, se opta por largar al entrenador, pero nunca a la plantilla de jugadores al completo.

3 respuestas a «¿Ha optado el entrenador por ‘arrimar el hombro’?»

El fin de semana pasado, en los informativos de Tele- Cuervo, pude veer una concentración de trabajadores de SODIVECU, en la puerta del Ayuntamiento. Y solo puedo decir una cosa, que ni estaban todos los que son, ni son todos los que estaban. Esto que a simple vista puede parecer un juego de palabras .Pero es aquí donde erradica el problema de esta Empresa Municipal.
Yo me planteo tres preguntas:
¿El problema es de Gestión?
¿El problema es de Financiación?
¿El problema es de Carga de trabajo?

Y como no se, a cual de estos tres temas echarle la culpa. Solo me que queda hacerme una pregunta, al igual que muchos de ustedes ¿A que se dedica el Consejo de Administración?
Aviso para navegantes. Sino os queréis ver con el agua al cuello. Hacer una AUDITORIA a esta Empresa y otra en el Ayuntamiento. Y si queda algo me invitáis a cenar.

Que la clase política de este país sea considerado como una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos por delante incluso del terrorismo, nos debería hacer reflexionar a todos sobre la dimensión de tan inaudito resultado, aquellos en los que depositamos nuestra confianza para que solucionen los problemas cotidianos terminan convirtiéndose en uno de los problemas más acuciantes.
La perplejidad es absoluta teniendo en cuenta que los gestores de la vida pública lo son sin ser responsables de todas las consecuencias, es como si el único guarda posible del gallinero fuera el zorro, asistimos con asombro a un hecho sin precedentes, la degradación del discurrir diario por el sistema que propugna y somete de forma inmisericorde su propia condición de elegidos, es connatural al raposo comerse a las gallinas, la natural disposición en la que vivimos nos hace vulnerables a tan inminente zarpazo, y sin embargo supeditamos nuestra felicidad al acierto de tan preclaros servidores, con la confianza de que todo esto solo sea un mal sueño.

Mirad, me imagino que a todos os pasa igual, pero a mí, en mi trabajo, donde a veces te juegas el cuello y otras muchas debes intervenir en décimas de segundo y al límite de la ley, tú eres responsable de tus acciones y no se te tiene en cuenta la dificultad de actuar de forma instantánea, pero sí se te exige que cumplas con la lay.
Y si no es así, como profesional que eres, pues a apechugar con las consecuencias, te juegas el sueldo, el puesto y hasta tu libertad por un error, que además el 99 por ciento de las veces es involuntario.
Pues a lo que voy: ¿quién exige responsabilidad a estos impresentables?. ¿Qué mano superior vela porque cumplan sus promesas y sus objetivos y porque respondan por sus errores?. ¿Dónde está la dignidad para dimitir si está en boca de todo el mundo que no vales para un cargo?.
Ese es el problema, que aquí se tapa la pisá con pataletas, mirando a otro lado y con la desfachatez de echarle el muerto a otros, dígase de otros de tu calaña que callan en la acera de enfrente porque ya la cagaron antes que tú, o si no se le echa la mierda al más débil, al obrero, que ya se sabe que la cuerda es muy fácil que se rompa por el lado más endeble.
Ese es el gran problema, que aquí nadie exige responsabilidades. ¿Qué la cabezonería de una concejal maniática le cuesta al pueblo unos cuantos millones en forma de indemnización?. Pues no pasa nada, montamos un circo en un colegio y la elevamos a los altares, al fin y al cabo es una más de la secta. Que pague el pueblo.
¿Que una empresa municipal con la que han especulado unos cuantos llenándose los bolsillos, colocando a los amigachos con sueldazos a la carta, quiebra y tenemos que cerrarla sin acabar lo que empezó hace siete años y hay que dejar a la gente en la estacada?. Pues nada, se cierra y punto, que la culpa es de los trabajadores que no arriman el hombro, no del «Ra-Ro» de turno que viene apadrinado por el jefe a llevarse los dineros sin tener la poca vergüenza ni de dar la cara, ni siquiera de coger el teléfono…(que me lo digan a mí…).
Menos ruedecitas de prensa pasándose las culpas de unos a otros, que estamos hasta los huevos de palabras baratas y frases vacías. Vergüenza de dirigentes, indignos con I de IU y petardos con P de PSOE. Vállanse y dejen de mancillar nuestro ayuntamiento, que es la casa del pueblo, y no el cortijo de unos pocos. Caput

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