Ya era hora de que alguien, en este bonito país, alzara la voz a favor de la llamada memoria histórica, esa que tan sólo deja votos de los que le afecta directamente. Hay otros que encuentran mejor caldo de cultivo en las catástrofes recientes.
Desde el 17 de Julio de 1936, fecha en que comienza la Guerra Civil en España, son muchas las familias que aún no han recibido a sus familiares a quien llorar, aquellos que murieron a punta de pistola. Es más, ni siquiera saben por dónde empezar a buscarlos por sus propios medios. Lo intentan, eso sí, a través de asociaciones como la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica que, durante estos últimos 8 años, ha conseguido devolver 1.200 cuerpos a sus familiares. Por tanto, ya era hora de que este trabajo viniese de más arriba:
A partir de ahora -ha declarado Santiago Macías, vicepresidente de la asociación- no estaría mal que sea desde arriba desde donde se elabore tanto el censo de desaparecidos y represaliados como la ubicación de los lugares donde reposan
Y espero y confío en que la Iglesia colabore en todo este asunto que antoja alargarse en el tiempo. Y si no quiere colaborar voluntariamente, tendrá que hacerlo por Ley.
No sé por qué, pero este hombre, el Juez Garzón, me cae bastante bien.