Habrán visto, en alguna que otra ocasión, que en las sesiones plenarias, en tiempo de ruegos y preguntas, el político de turno, sobre todo el poco experimentado, siempre se apoya en un vecino para hacer la pregunta o sugerencia:
me han dicho por la calle…
me han comentado…
lo que se escucha por la calle…
En mi opinión, tal vecino no existe. El político utiliza el apoyo del supuesto vecino para que el equipo de gobierno lo tenga más en consideración. Lógicamente, en algunos casos se dan nombres y apellidos o se habla de casos concretos donde la pregunta o sugerencia tiene un apoyo cierto.
En todos los casos, tanto cuando es verdad como cuando es mentira -en este último caso le será más difícil- el político debería sugerirle a ese vecino que acudiese al pleno a apoyar su pregunta o sugerencia o la exposición de un caso en concreto.