Hoy, 21 de Julio de 2011, es el aniversario del accidente de trenes que sorprendió a nuestro pueblo hace 39 años. Lo que iba a ser una calurosa mañana de Julio, se convirtió -en pocos minutos- en uno de los peores días que vivirían nuestros vecinos. Considerado como uno de los siniestros más graves de la historia del ferrocarril en España, el accidente dio el trágico resultado de 86 muertos y 112 heridos.
Eran las 07:30h del 21 de Julio de 1972. El Ferrobús -de aproximadamente 120 toneladas de peso– que hacía el trayecto Cádiz-Sevilla con 200 pasajeros y cuatro vagones, salió de la Estación de El Cuervo (Sevilla), de manera indebida, con la luz roja, forzando e inutilizando el cambio de salida, lo que provocó el choque frontal -pasados unos minutos- con el tren Expreso Madrid-Cádiz, con 500 pasajeros, un convoy con 14 coches (unas 30 toneladas cada uno), tirados por una máquina diesel que, según me comentó hace unos días uno de los trabajadores de las obras del Ave que se están llevando a cabo a esa altura y que vivió el accidente en primera persona y que, además, su padre colaboró en el rescate de los cuerpos, «estamos hablando de un convoy que podría medir algo más de medio kilómetro». Dicho ésto, nos podemos hacer una idea de la fuerza del impacto.
El accidente, donde además murieron los maquinistas de ambas locomotoras, tuvo lugar en el km. 86, entre los municipios de El Cuervo y Lebrija, justo en el lugar conocido como El Paso de la Mohína, cerca del Cortijo de La Junquera, siendo los agricultores de sus tierras los primeros en llegar a la zona del siniestro.
Según me contó ayer un vecino de nuestro pueblo, Juan Navarro, con quien tuve el placer de hablar durante un buen rato del accidente, ya que este Sábado haremos mención de ello en Las Noticias de TeleCuervo, las ambulancias venían de todas partes (Cádiz, Jerez, Rota, Utrera, Sevilla, etc.). Las de la provincia de Sevilla, entraban campo a través desde Micones.
El Silo chico, que daba sombra a la antigua Estación de El Cuervo, fue testigo de tan terrible accidente que marcaría la corta historia de nuestro municipio y que, una vez más, hizo que el nombre de El Cuervo sirviera para abrir los noticiarios de la época y no, precisamente, por algún acontecimiento agradable, sino todo lo contrario.
Me gustaría -y creo que no será mucha molestia- que los visitantes de este blog que vivieron el accidente en primera persona, contasen su vivencia en los comentarios. Los que no se acuerden o, simplemente, no habían nacido aún -como es mi caso- que recurran a sus padres y abuelos para que le cuenten la historia y la compartan con todos nosotros.
Fuentes:
Club Ferroviario Jerezano: http://clubferroviariojerezano.blogspot.com/
ABC (Madrid), de 23 de Julio de 1972 | Informe Técnico de RENFE sobre el siniestro
Fotos del accidente: Manuel Iglesias
[separator headline=»h3″ title=»Con motivo del 40 Aniversario, andaluciainformacion.es escribe lo siguiente:»]
20 respuestas a «Aniversario del accidente de trenes ocurrido entre El Cuervo y Lebrija. 39 años»
Aprovechando que se hace hincapié en una acontecimiento histórico de El Cuervo, he iniciado en mi blog un apartado relacionado con la Historia de nuestro municipio. Si quieres puedes poner un enlace desde tu blog o te lo pongo yo a través de un comentario. Espero tu respuesta. Saludos
Por mí estupendo, Don Antonio.
Enlace a la entrada sobre Historia de El Cuervo:
http://amarilloramirez.blogspot.com/2011/07/la-historia-de-el-cuervo-una-necesidad.html?m=1
Un tío de mi padre iba al Corte Inglés de Sevilla a comprar un regalo para su mujer en el día de su cumpleaños y………no pudo ser.
yo tenia 9 años recuerdo que mi padre regentava el bar centro parroquial en lebrija y desde l a ventana vi un camion lleno de cajas funebres me impacto mucho tambien recuerdo que por altavoces pedian mantas y que la llevaran a la parroquia no se me olvidara en la vida
Y aun hoy no hay doble via!!
me pregunto que deuda no tiene renfe con Cadiz, para que en 2012 aun no haya doble via?
yo tengo 25 años y no lo viví, pero aun mis padres comentan este accidente… no se lo pueden quitar de la cabeza fue muy fuerte.
Te escribo de Cádiz. Recuerdo el tremendo impacto emocional que me causó, yo era un chaval de once años. En la playa Victoria de nuestra capital, a través de los altavoces, se tiraron toda la mañana solicitando con urgencia donantes para las transfusiones de sangre. Los bañistas acudían en bañador a donar.
Algún monolito u ochenta y seis árboles plantados en la zona, hubiese sido un bonito gesto para las víctimas.
Siempre se está a tiempo.
Así lo contó ABC:
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1972/07/23/024.html
Mi padre, desaparecido hace ya diecinueve años, fue uno de los miembros de los Cuerpos de Seguridad del Estado, que acudieron en auxilio de los accidentados en el choque del expresso y el ferrobús en El Cuervo. Me pregunto si sería posible acceder a los archivos fotográficos de las tristes labores de rescate realizadas con motivo del luctuoso suceso.
Gracias.
Yo viví este orrible accidente ,recuerdo ver cientos de ambulancias llegar por la carretera del Cuervo y camiones al hospital entonces de la caridad ,pues yo vivía en la calle monjas y tenía 12 años,recuerdo las llamadas de la parroquia virgen de la oliva pidiendo mantas,mi tía Juani Soria colaboró en la identicacion de cadáveres .deje mi pueblo al cual año en 1973.y siempre lo llevare dentro de mi corazón saludos de un lebrijano q lleva 40 años en Madrid .Francisco Miguel Llamas Martín
Hoy me he levantado con la triste noticia del accidente de tren en Galicia y estoy todavía un poco en shock porque justo ayer buscaba noticias sobre el accidente de El Cuervo ocurrido en 1972 y llegué a tu blog. En ese accidente murió mi abuelo, nunca llegué a conocerlo ya que yo nací en 1974 y como es normal siempre te preguntas cómo hubiera sido tenerlo aquí y haberlo conocido.
En estos días de vacaciones y sabiendo que en internet se puede encontrar cualquier cosa quise saber qué le pasó a mi abuelo y bueno tras el accidente de ayer estoy ahora sin palabras.
Yo tenía 10 años y viajaba con mis padres y mis hermanos en el expreso. Mis padres fueron de los primeros que se bajaron del tren para ayudar. Cuando mi hermano mayor le pedía a mi madre que no se fuera ella le respondió que podía haber niños heridos y que nosotros estábamos bien. Se fueron y nos dejaron en medio del campo, con el resto de los viajeros, que habían bajado asustados por la voces que decían que venía otro tren por detrás.
No tengo recuerdos de escenas sangrientas, yo no ví nada. Pero fueron las vacaciones más triste de mi vida; mi madre lloraba mucho, mi padre estaba callado y enfadado. La repetición una y otra vez a todos nuestros conocidos de lo allí vivido es lo que constituye mis recuerdos.
Nadie apareció a prestar ayuda durante las dos primeras horas, así que fueron los propios viajeros como mis padres los que prestaron ayuda y sacaron a los heridos que no estaban atrapados, así como agricultores de los alrededores que los trasladaban con sus camionetas.
Mi madre cuenta que uno de los vagones había quedado «como un acordeón» y que «la sangre caía a chorros entre los hierros». Había muchos marineros, vestidos con uniforme blanco, atrapados, muchos con los tornillos de los asientos clavados en su cabeza y que mi madre sacó con los dedos… Brazos rotos que ella sujetaba como podía con los cinturones de los propios soldados, con sus camisas.
Cuenta que pudieron sacar a todos los heridos, excepto a dos. Un marinero, al parecer muy guapo, que estaba atrapado entre los asientos. Y un niñito pequeño, también atrapado, que confundía a mi madre con la suya….Esto debió ser lo que más partió el corazón de mi madre y el motivo de sus lágrimas aquel verano. Supimos poco después que había perdido a toda su familia; mi madre hablaba de adoptarle…alguien escribió una carta contándonos que un familiar del niño se había hecho cargo de él.
Nos llevaron en otro tren hasta no se qué población, y allí cogimos un taxi que nos llevó a Chipiona. El taxista nos contó, y de éso sí me acuerdo, como les habían pedido que acudieran al lugar del accidente para trasladar a los heridos, pero él decidió no hacerlo para «no manchar el coche de sangre».
También recuerdo aquella noche, mientras veíamos la noticia por la tele en un comedor, todo el mundo en silencio contemplando las trágicas imágenes, éste de pronto se rompió con los gritos de mi padre diciendo ¡¡Mentira, mentira, éso es mentira!! Las noticias decían éso de «…inmediatamente se presentaron en el lugar del suceso los servicios de emergencia….»
Hoy, tantos años después, mi madre ha revivido ésos momentos con el accidente de Santiago. Empezaba a hablar, a recordar, y no podía parar; he tenido que decirle que no hablara más de ello, que le hacía daño. «Si, me hace daño», me ha dicho.
Ésa ha sido mi madre siempre. Gracias mamá por ser como eres.
Ana, tiene razón tu padre, los primeros en acudir fueron los propios viajeros y los camiones de remolacha, los servicios de emergencias aparecieron una hora después.
Me llamo Maria yo tenia en aquella epoca algo mas 6 años, mi padre era ayudante de maquinista y por suerte no murio en el accidente,el iba de servicio ,me conto que se metieron el y el maquinista en una especie de taquilla donde estaban todos los cables,por que no se si saben que ese accidente se sabia antes de que ocurriera, asi que el y su compañero sabian lo que iba a pasar y casi en que momento…….gracias a dios mi padre no murio, pero las secuelas que le quedaron sicologicamente fueron muy fuertes,aun recuerdo a mi padre llorar durante muchisimas noches recordando lo que vio,lo que vivio….. por que alli todo el que mas o menos salio bien ayudo en todo lo que pudo ,uno de ellos mi padre…..
Despues de esta horrible tragedia en Galicia.Una se pregunta porqe? sigue habiendo tantos errores?.Yo soy de Astorga (Leon) y aqui se esta viviendo muy de cerca,A todo esto le añado que mi pareja, es uno de los supervivientes de ese acidente en El Cuervo,tenia 8 años entonces y perdio a sus padres,hermano y una prima ese horrible dia.Aun se pregunta que milagro le salvo a El,de aquel amasijo de hierros.Este suceso vuelve a avivar los recuerdos.descansen en paz todas las victimas.Un saludo.
Hola Ana. Soy Sara Jiménez , estoy muy interesada en realizar un reportaje sobre este trágico accidente. Te agradecería muchísimo que pudieras ponerte en contacto conmigo y que me puedas dar tu testimonio. Te dejo mi correo electrónico sarajf6@gmail.com
Soy hija de una de las victimas de este terrible accidente,mi madre era de Lebrija la unica que murio del pueblo..Mi madre quedo herida muy grave murio diez dias despues.hacia el numero 86 de muertos pero fueron mas..Ana dale las gracias a tu madre por su ayuda tan valiosa posiblemente ayudaria a mi madre quien sabe,ufffff que momentos tan orribles es hoy y escucho las ambulancias y los elicocteros ya que los vecinos no nos dejaron llegar al sitio lo vimos desde lejos..mi padre encontro a mi madre despues de horas buscandola tendida, esperando se la llevaran a un hospital.Un recuerdo con mucho dolor a todas estas personas que murieron,y agradacer a todos los que ayudaron en ese momento que fueron muchos,trabajadores,vecinos,del Cuervo,de Lebrija y viajeros del Expres..GRACIAS..
Hola, am,i me cojio, yo estava de militar en infanteria de marina
Fuí viajero del espreso que procedía de Madrid, y de los primeros en acceder al vagón del ferrobús, que yo pensaba que era el primero y se trataba del tercero, ya que los tres se conviertieron en una inmensa montaña de chatarra. Al principio del accidente no se oía nada pero pronto comenzaron los gritos y lamentos de tantas víctimas aprisonadas. Estuve una hora sacando heridos del vagón en los respaldos del ferrobús que nos servían de camillas para transportarlos a los camiones de remolachas que fueron los primeros en acudir. Me gustaría contactar con los que estuvieron conmigo en esas tareas aquel dia.
Hola. Terrible accidente. Cuanto lo siento por las víctimas, y por sus familiares y amigos.
Unas pequeña puntualización a tu bien elaborado artículo, Miguel: por lo visto el maquinista del expreso no falleció. La única persona que parece ser que falleció en este tren fue una que trabajaba en el vagón de correo.
Por desgracia el ferrobus era un vehículo demasiado débil para un encontronazo así. Algo similar a cuando un turismo y un camión se empotran. Por tanto los ocupantes del ferrobus iban muy poco protegidos frente al ‘monstruo de acero’ que era el expreso. De ahí el triste número de personas fallecidas en el ferrobus.
Descansen en paz los fallecidos.